domingo, 13 de junio de 2010

La autoestima y su influencia en los adolescentes.



La autoestima es la idea que tenemos a cerca de nuestra
propia valía como personas y se basa en todos los
pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias
que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante
nuestra vida; creemos que somos listos o tontos;
nos sentimos antipáticos o graciosos; nos gustamos o
no. Los millares de impresiones, evaluaciones y experiencias
así reunidos se conjuntan en un sentimiento
positivo hacia nosotros mismos o, por el contrario, en
un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos.
Uno de los principales factores que diferencian al ser
humano de los demás animales es la consciencia de si
mismo: La capacidad de establecer una identidad y
darle un valor. En otras palabras, tú tienes la capacidad
de definir quién eres y luego decidir si te gusta o no tu
identidad. El problema de la autoestima está en la capacidad
humana de juicio. El juzgarse y rechazarse a sí
mismo produce un enorme dolor, dañando considerablemente
las estructuras psicológicas que literalmente
te mantienen vivo.
¿Cómo se forma la autoestima?
La autoestima se va desarrollando a lo largo de toda
nuestra vida a través de las experiencias por las que
pasamos. Si estamos con personas que no nos aceptan,
que nos ponen condiciones para querernos disminuye
la autoestima. Si nos valoran por nuestros logros, nuestra
belleza, nuestra simpatía, nuestras posesiones
seguramente no saldremos muy bien parados; aprenderemos
a desvalorizarnos.
Además de los juicios de los demás, sobre nuestra autoestima
influye la forma en que en nuestro diálogo
interno interpretamos esas experiencias positivas y
negativas que vivimos. La baja autoestima está relacionada
con una forma inadecuada de pensar acerca de
nosotros mismos. Existen formas distorsionadas de
pensar. Son pensamientos de autodevaluación que
deterioran nuestra autoestima.

La autoestima en los adolescentes
La adolescencia es uno de los periodos más críticos
para el desarrollo de la autoestima; es la etapa en la
que la persona necesita hacerse con una firme IDENTIDAD,
es decir, saberse individuo distinto a los demás,
conocer sus posibilidades, su talento y sentirse valioso
como persona que avanza hacia un futuro.
Durante la adolescencia se manifiestan ciertos cambios
a nivel socio-afectivo, físico y cognoscitivo, se desarrollan
además la capacidad de reflexionar y pensar sobre
uno/a mismo/a y de aceptar una nueva imagen
corporal. Al hacerlo, el o la adolescente se formula una
serie de preguntas sobre sí mismo, por ejemplo "¿soy
atractivo?" "¿soy inteligente?" "¿soy aceptado por mis
compañeros?" Gradualmente empieza a separar lo que
cree que es verdad sobre sí mismo/a de lo que considera
erróneo y a formularse sus propios conceptos sobre
su persona. Cuanto mayor sea la aceptación que se
siente, tanto en la familia como en los/as compañeros/
as, mayores serán las posibilidades de éxito.
En la adolescencia tanto el grupo familiar, el de la
escuela, los amigos, los medios de comunicación contribuyen
a moldear la autoestima. Pero en esta etapa se
conjugan otros elementos, pues durante la adolescencia
la autoestima tiende a debilitarse.
Una buena dosis de autoestima es uno de los recursos
más valiosos de que puede disponer un adolescente.
Un adolescente con autoestima aprende más eficazmente,
desarrolla relaciones mucho más gratas, está más
capacitado para aprovechar las oportunidades que se le
presenten, para trabajar productivamente y ser autosuficiente,
posee una mayor conciencia del rumbo que
sigue. Y lo que es más, si el adolescente termina esta
etapa de su vida con una autoestima fuerte y bien desarrollada
podrá entrar en la vida adulta con buena parte
de los cimientos necesarios para llevar una existencia
productiva y satisfactoria.
¿Cómo afecta la autoestima a los niños y adolescentes?
El nivel de autoestima influye en el desarrollo y desempeño
de otras actitudes:
1. Condiciona el aprendizaje.
El joven con poca autoestima, o también llamada autoestima
negativa, está poco motivado e interesado en
aprender, encuentra poca satisfacción en el esfuerzo
porque no confía en sus posibilidades de obtener éxito.
Cuando valora y le da importancia a su capacidad para
aprender, experimenta mayor confianza en sí mismo y
puede desplegar esfuerzos tendentes al logro de sus
objetivos.
2. Ayuda en la superación de dificultades. El adolescente
con autoestima positiva es capaz de enfrentarse
a problemas y fracasos, porque dispone de la energía
necesaria para confiar en superar los obstáculos.
3. Fundamenta la responsabilidad. La confianza en
uno mismo constituye la base para ser capaz de responder
a las exigencias de la vida cotidiana.
4. Favorece la creatividad. El niño que se valora y
confía en sí mismo, puede explorar nuevas posibilidades,
se arriesga con respuestas creativas y originales.
5. Posibilita la relación social. El justo aprecio y
respeto por uno mismo genera seguridad personal, dota
de atractivo personal y facilita las relaciones con los
demás en relación de igualdad, sin sentimientos de
inferioridad o superioridad.
6. Determina la autonomía:
El niño que se considera con adecuados niveles de
autosuficiencia es capaz de tomar decisiones.
Quien se acepta y se siente bien consigo mismo es
capaz de enfrentarse a retos de forma independiente.
Cuando el nivel de autoestima es bajo los niños son
dependientes, incapaces de tomar decisiones, sin opinión
y sin criterio.
7. Afianza la personalidad. El sujeto se siente seguro
de sus posibilidades como ser independiente (seguro,
confiado y autoaceptado) y como ser social (confía,
valora y acepta a los demás).

No hay comentarios:

Publicar un comentario