martes, 6 de julio de 2010

Conductas de los adolescentes de hoy


Los años de la adolescencia son años de creatividad y ensayo. La ausencia de responsabilidades permite actividades exploratorias. Ahora bien, como todo aprendizaje nuevo, genera incertidumbre y dudas.

En un mundo cada vez más complejo, en el cual prevalece el “culto a la imagen”, los adolescentes valoran más la estética que ética; la popularidad que la verdad; la satisfacción del deseo y la búsqueda del placer inmediato, a los esfuerzos y la constancia por alcanzar los logros.

Transgredir las normas ha sido una característica de la adolescencia en todas las épocas, pero tal vez hoy sorprende la insensibilidad frente al otro y los actos de violencia que conllevan esas transgresiones adolescentes, y la capacidad de repetirlas una y otra vez incansablemente del mismo modo en que escuchan su canción preferida en su MP 3.

Hoy los adolescentes han encontrado nuevas formas de agruparse, formando verdaderas tribus con características culturales propias. Culturas adolescentes que están plagadas de símbolos en los cuales la influencia del mercado comercial es muy grande. Por ello adquieren elementos por su valor estético, es decir porque les gustan, sin considerar su valor simbólico, o aquello que representan.

Culturas adolescentes que tienden a construir modas, generando grupos y subgrupos que se diferencian entre sí por su manera de vestirse, el tipo de música que escuchan, la manera de peinarse, los lugares que frecuentan, los hábitos. En suma, por un estilo de ver la vida que los caracteriza.

Punks, rolingas, skaters, darks, pibes chorros, alternativos, floggers, entre otros son estilos de culturas adolescentes o tribus urbanas. Estilos que constituyen un fin en sí mismo, sin representación política, ideales sociales o ideología. Estilos que suponen también la apropiación de símbolos y máscaras que reafirman la pertenencia a un grupo y marcan límites con el resto de la sociedad.

En estas culturas de la adolescencia predominan las experiencias emotivas y sensoriales (lo corporal, lo táctil, lo visual, la imagen, lo auditivo, etc) Por ello no hay reflexión ética sobre si están bien o mal comportamientos como utilizar los blogs para acusar y difamar a sus compañeros de colegio, grabar a la profesora en la clase sin su consentimiento y luego sacar de contexto sus palabras para acusarla de cosas que no hizo, sacar fotos a los profesores y subirlas a distintas páginas de Internet, robar objetos a los profesores u otros compañeros de curso, repetir y repetir el mismo año del secundario en distintos colegios, etc., etc.

Experiencias como las indicadas no son objeto de la reflexión ética de muchos adolescentes, son sólo experiencias que les permiten pasar el momento de una manera más entretenida, sin esfuerzo, y por ello valen en sí mismas.

Ver a los adolescentes como insensibles, violentos, con miedos y odios, plantea preguntas sobre la situación que viven los adolescentes y sobre las vivencias que tienen esos adolescentes de esas situaciones de vida.

Estar con miedo, sentir miedo lleva a estar bloqueados, a someterse, a consumir drogas. Ser víctimas de violencia, lleva a reaccionar con más violencia. Por eso los accidentes, la criminalidad temprana, la competencia despiadada y los suicidios.

Podría seguir enumerando conductas adolescentes de hoy. ¿Cuál es el rasgo común en todas ellas? Los riesgos, pero no cualquier riesgo; sino el riesgo de vida que comprometen en cada uno de esos actos. Sumarse a algo porque “todos lo hacen” es la moda adolescente que lleva a confusiones y ocultamientos.

Adolescencia como momento de ruptura acompañado de angustia y fragilidad: hoy más que nunca porque está enmascarada bajo la idea de una etapa feliz, con cuerpos perfectos, y libertad sexual ilimitada.

lunes, 28 de junio de 2010

Caracteristicas psicologicas del adolescente.



La etapa de la adolescencia implica una serie de cambios de la estructura psicológica del individuo, que se pueden resumir de la siguiente manera:

Descubrimiento de la propia identidad. El adolescente descubre que “él” es “el”, no otro. Distinto a cualquier otra persona.

Inseguridad ante la ambigua realidad. Como consecuencia de lo anterior aparece en el adolescente una gran inseguridad en sí mismo.

Máscaras: Para disimular la inseguridad necesita protegerse, para lo cual usa máscaras de comportamiento, que impiden a los demás darse cuenta de la realidad. Esto es un mecanismo inconsciente.

Agresividad, como máscara, para proteger la inseguridad.

Rebeldía, otra máscara. Cada adolescente tiene una forma distinta de ser agresivo. Aveces con violencia verbal o de comportamiento y otras en forma de ensimismamiento.

Necesidad de llamar la atención. Narcisismo. Como manifestación del descubrimiento de su propia realidad. Quiere decir a todo el mundo “yo soy yo”.

El amparo al grupo. La identidad grupal. El grupo proporciona refugio a la inseguridad personal y da fortaleza ante la amenaza de los adultos.

Conocer los límites. La mayoría de los comportamiento de los adolescentes obedecen a una razón: saber cuáles son los límites de los adultos, por eso los someten a prueba haciendo cosas disparatadas.

Los adolescentes en el mundo del chat....


A esta altura no es ninguna novedad decir que la aparición de internet marcó un antes y un después en lo que respecta a las comunicaciones humanas. Creado en Estados Unidos como una estrategia militar para la supervivencia de las redes de comunicación en el supuesto de ataques nucleares, con el tiempo fue expandiendo sus objetivos, alcances y navegantes.

En los últimos años una de las herramientas más utilizadas por los cibernautas adolescentes es el chat (que en castellano significa charla), conversación en tiempo real a través de internet entre distintos navegantes.

Existen canales de charla que facilitan este servicio, permitiendo enviar mensajes en forma simultánea a todos los que se encuentren conectados a un chat room, lo que en otras palabras podríamos definir de “tertulia virtual”; para los jóvenes, simplemente foros. El chat y especialmente los foros han posibilitado que jóvenes de distintos países en todo el mundo derriben las fronteras de espacio y tiempo y se “conozcan”.

¿Por qué les gusta tanto el chat?

Algunos especialistas señalan que el chat es un refugio para los adolescentes porque es un espacio que les permite mostrarse tal cual son y sienten. Al mismo tiempo establecen un fuerte distanciamiento con los adultos porque estos acceden poco o tienen un vago conocimiento de estas nuevas formas de comunicación y entretenimiento.

Los especialistas también sostienen que el chat genera la cultura del anonimato porque los adolescentes se acostumbran a comunicarse sentados frente al monitor de la computadora. A pesar del aislamiento, esta cultura, en definitiva, les permite a los adolescentes formar amistades y relaciones de modo más sencillo y menos comprometido que si tuvieran que entablarlas en forma personal. Es al mismo tiempo una forma de que los adolescentes se sientan protagonistas porque interactúan, se socializan, intercambian ideas, generan grupos. Por supuesto que los grupos o comunidades son sistemas herméticos, lo que también sucede en la vida de los adultos.

A diferencia de la comunicación física, sea verbal o no, el universo del chat utiliza al texto como medio de expresión. Los adolescentes lo tienen tan incorporado que dicen que “hablan” cuando en realidad escriben. Hablan con los dedos y escuchan con los ojos.

El lenguaje del chat

Nuestros hijos han aprendido muy rápido este lenguaje del chat: términos y signos han creado un nuevo lenguaje, más simple y más práctico, más corto y más abreviado, plagado de “emoticones”, neologismos o caritas para expresar sentimientos y sensaciones. Algunos se amparan en el chat porque les ofrece seguridad, pierden la vergüenza o se olvidan de sus complejos.

Quienes se muestran más preocupados por este fenómeno de comunicación son los estudiosos del lenguaje. Señalan que en los ámbitos escolares se advierte el bajo nivel de diálogo y escritura de los jóvenes, especialmente por el escaso lenguaje que utilizan lleno de simbolismos. La preocupación se acrecienta porque esta realidad sucede en una etapa vital en la formación intelectual de los jóvenes, período en el que deberían incorporar muchos más conocimientos.

Desde el punto de vista sociológico el uso de este vocabulario propio del chatear tiene que ver con esa necesidad del adolescente de crear un espacio propio, un universo al que los adultos no tengan posibilidad de acceder. Existe como una especie de código propio y esto es, quizás, uno de los tantos atractivos para los jóvenes cibernautas.

El hecho es que a menos que sea un adulto entendido, los padres desconocen hasta la existencia de muchos elementos que componen la aldea globalizada, esta es una de las razones por las cuales internet tiene tanto atractivo para el público joven ya que les da un lugar seguro para dejar sus problemas, o un mundo de escapatoria a la realidad de todos los días a niveles tanto políticos, sociales por su país o simplemente por los propios integrantes de su familia.

Esta forma de comunicarse que hoy eligen los jóvenes genera muchas incertidumbres en nosotros, los adultos. Por un lado, enriquecen sus relaciones de modo diferente al habitual y, por otro, se aíslan en sus habitaciones, en las casas de juegos en red, en los cybercafés sin sacar los ojos del monitor, sin dejar de teclear con rapidez...

Dispositivos de seguridad

El infinito mundo de conocimientos que hoy por hoy ofrece la red de redes genera también algunos riesgos por los cuales los padres deben estar alertas y combatir. No se trata de prohibirles a los chicos el acceso a internet sino de educarlos respecto al comportamiento y la utilización correcta de esta valiosa herramienta.

El acceso a contenidos pornográficos y violentos son las mayores preocupaciones que los padres expresan cuando se los consulta sobre el tema. Pero existen otros riesgos como el secuestro, abuso sexual, intimidación, robo de identidad, crimen electrónico y la violación a la privacidad. A través del chat, niños y jóvenes pueden ser vulnerables a engaños por parte de desconocidos que se ganan su confianza y pueden llegar a entregarles inocentemente información personal o cometer ilícitos a nombre de los menores o de sus propios padres. Hay quienes después de establecer el contacto personal citan a los niños o jóvenes en lugares públicos para secuestrarlos, robarles sus pertenencias y abusar sexualmente de ellos.

¿Como entender al adolescente?

El adolescente vive una difícil "postura existencial". Ello puede ayudar a comprender las "inestabilidades" y "vaivenes" emocionales a los que se ve sometido y que suele expresar en su conducta. El adolescente suele tener una afectividad muy rica pero inestable, extremista en sus estados de ánimo (grandes alegrías y grandes tristezas) y ambivalente en sus acciones.

A veces, se muestran irreflexivos, se angustian, o entran el pánico. Por eso, su conducta resulta algo extraña y muchas veces "desconcertante". Podemos plantearnos el "porqué" de todo esto:

La angustia: Ya hemos visto que gran parte de los cambios que se dan en el adolescente (los cambios corporales y sociales) tienen un denominador común en cuanto a consecuencias: les provoca angustia. La angustia es uno de los fenómenos más frecuentes en el adolescente. Esta angustia a veces se expresa en forma de miedos, o de sentimientos de extrañeza, o en "nostalgias". Otras veces se elabora en forma de rebeldía, de depresión, de soledad... etc.

La inseguridad: Junto a la angustia, e inseparable de ella, surge la inseguridad. El adolescente se nota incierto ante sí y ante lo que le rodea, por eso es ambivalente frente a la mayoría de las cosas.

La introversión: La inseguridad y la angustia, unidas a su capacidad de conceptualización, conducen al adolescente a un "meterse en sí mismo". Se vuelve introvertido y se plantea una serie de cuestiones acerca de él mismo: ¿Quién soy yo?, ¿qué quiero?, ¿adónde voy? No le resulta fácil contestarse: no se comprende a sí mismo y por eso piensa que los demás tampoco le comprenden. Esto lo desanima, duda de sí, se siente inseguro y todo ello contribuye a que se aísle (se "encierra en su habitación"... etc.).

Mecanismos de defensa: Los mecanismos de defensa más frecuentes utilizados por el adolescente y que explican alguna de las conductas que observamos en ellos, son:

  1. La fantasía: el "soñar despierto" imaginándose grandes, queridos, admirados...
  2. La sublimación: no sabe cómo enfrentarse con situaciones concretas.
  3. La intelectualización: se sumergen en divagaciones y explicaciones para todo.
  4. El ascetismo: deseo de "poder" y así sentirse "controladores" de lo que les desconcierta.

La crisis de Identidad en la Adolescencia



La mayoría de los flamantes adolescentes sufren, porque ven que la naturaleza, los desaloja de su cuerpo de niños sin aviso y el mundo de los adultos está aún ajeno y lejano. Se sienten envueltos en una serie de cambios que el crecimiento les genera en lo físico, que a su vez les produce un intenso desajuste psicológico, definido por crisis de identidad y por sentimientos de ambivalencia. Se preguntan ¿quién soy? y ¿qué soy?. Y sienten la dualidad de desear y temer a la vez cuestiones fundamentales para su vida como la emancipación y la sexualidad.

Esta transición en la antigüedad era recibida con celebraciones y ritos. El paso del tiempo fue erosionando estas costumbres. Sin embargo, esta crisis vital sigue empeñándose tozudamente en provocar enormes problemas en los “ex-niños”, que sienten confusión, resistencia y miedos, y como resultado nos encontramos frente a cambios de conducta. Los padres también se sienten influidos por esta fase que atraviesan sus hijos. Las pulsiones sexuales nacientes y las conductas contradictorias que presentan; despiertan desorientación en la crianza.

Los padres se cuestionan y oscilan entre la angustia y la indulgencia. El estado de adolescencia se prolonga según las proyecciones que los jóvenes reciben de los adultos y según lo que la sociedad les impone como límite de exploración.

Los jóvenes sienten que algo les está sucediendo, incómodos y preocupados, sienten intriga y miedo por los impulsos sobre todo en el plano sexual, el cuerpo puede parecerles prestado, que no está hecho a medida, se enamoran de sí mismos y al mismo tiempo no se cuidan al vestirse o asearse. Niegan su nuevo aspecto, tratan de hacer como si no existiera. A pesar de la información todo ello puede espantarlos.

Otra de las cuestiones que descolocan a los jóvenes es que se espera de ellos actitudes de adulto. Esto los obliga a dejar de refugiarse en su rol de chico y por eso deben reacomodarse. Les fastidia su nuevo aspecto, pero quisieran volver a su antiguo rol. Esta muda afecta a los jóvenes según su carácter y educación.

Es frecuente que los jóvenes no puedan verbalizar sus temores, muchos tienden a aislarse otros desarrollan síntomas, y si estos miedos no son tomados a tiempo, pueden generar angustia, ansiedad y depresiones que paralizan y a veces se transforman en conflictos que arrastrarán de por vida.

Los padres dejan de ser los valores de referencia. Los jóvenes se sienten vulnerables, son sumamente sensibles a las miradas y palabras de los que los rodean y que les concierne, más allá de su familia.

En este momento de extrema fragilidad, lo que viene de dentro y fuera de sus familias puede favorecer la expansión y la confianza en sí mismos, al igual que el valor para superar impotencias, o por el contrario puede estimular el desaliento y la frustración.

Se defienden contra los demás mediante la depresión o por medio de un estado de negativismo que agrava aún más su debilidad. Muchos jóvenes ejecutan actos de agresión gratuitos. En estas “crisis de identidad”, los jóvenes se oponen a las leyes, porque les ha parecido que alguien que representa la ley no les permite ser ni vivir.

El hecho trascendental que marca la ruptura con el estado de infancia es la posibilidad de disociar la vida imaginaria de la realidad; el sueño de las relaciones reales. Al llegar a la adolescencia es cuando este mundo imaginario exterior le provocará la necesidad de salir, y dejar la familia y mezclarse con grupos constituidos, que para él tendrán momentáneamente un papel de sostén extrafamiliar.

No puede abandonar completamente los modelos del medio familiar sin antes disponer de modelos de relevo. Pero se carece de ritos de paso dónde los adultos decreten, no tienen puntos de referencia claros proporcionados por la sociedad, que les permitan superar los riesgos, dado que sólo se les espera en la otra orilla, por lo tanto en la actualidad hay cada vez más adolescentes desesperados que huyen al mundo imaginario de la droga y el alcohol.

El tiempo del adolescente aparece constantemente salpicado de alegrías inmensas y de penas tan repentinas como pasajeras. Sufre y goza, y su humor oscila continuamente entre la depresión y la exaltación.

Ningún joven atraviesa la adolescencia sin tener ideas sobre la muerte, y de que es preciso que supere a un modo las relaciones infantiles. Él vive en forma metafórica el fantasma del suicidio y de que hay que pensar en acceder a otro nivel.

Existe en la adolescencia la creencia en la amistad esto les hace la vida más soportable, tal vez los que no han encontrado estas amistades son los que están más a la deriva. Hay sentimientos que existen desde la infancia, por ejemplo falta de confianza y en la adolescencia se hacen más fuertes.

Si no encuentra otra motivación más que la fe en sí mismo, si los amigos lo traicionan, queda desposeído, y es en este punto de desasosiego, soledad y abandono, donde no hay relaciones personalizadas, buscan un grupo de militancia activa, o tal vez pasivo que se reúna para escuchar música, fumar, beber o drogarse juntos para obtener algún modo de satisfacción.

Hay muchas razones por las que los jóvenes pueden zozobrar... los duelos que deben atravesar en esta crisis vital.

Los padres pierden el lugar absoluto que se les asignaba en otro momento. Las relaciones con el grupo de pares, la falta de una actividad laboral adecuada, un trabajo a través del cual podrían recuperar la confianza en sí mismos, lo cual puede ser una promesa de futura liberación, cuando esto ya no es posible los jóvenes se ven arrastrados a medios ilícitos de ganar dinero y obtener placer.

Esta crisis inquieta a los jóvenes, ya que implica ruptura, en muchos casos tratarán de ocultarla porque remite a angustias muy primitivas. Se vuelve imperioso aliviar el sufrimiento y la desolación de forma inmediata. Los jóvenes necesitan suturar una herida abierta que los desgarra, son capaces de dar la vida y la dan. Así comienzan las adicciones.

El recurso de los tóxicos y en primer lugar el alcohol, es una de las vías de escape ... Los tóxicos a los cuales los jóvenes se hacen adictos representan una señal de alarma, en este período crítico. El entorno familiar no debería favorecer estas conductas.

Lo que se busca es la solución a los problemas graves de identidad. Es el esfuerzo de integración, a todo precio, al mundo de los adultos, ser como todo el mundo ya que no se puede ser uno mismo.

Padres e hijos se desorientan frente a este momento vital, por diferentes motivos ... Los hijos buscan independencia, los padres sienten que sus hijos crecen y esto los lleva a un duelo, y en medio de todos estos cambios es necesario seguir sosteniéndolos, acompañándolos y ayudándolos en este crecimiento ...

domingo, 27 de junio de 2010

El noviazgo.

El noviazgo es una etapa en la cual dos jóvenes que se atraen mutuamente (puede ser por cualidades físicas o cualidades internas o sea la forma de ser de la otra persona) y deciden compartir o empezar una vida juntos para conocerse mejor, para compartir juntos alegrías y tristezas, dificultades y triunfos.Pero esta etapa requiere que la persona tenga cierto grado de madurez emocional, biológica, psicológica, afectiva y moral para responder adecuadamente a las exigencias del matrimonio, el cual es el objetivo del noviazgo.El noviazgo es una etapa transitoria que deja experiencias muy bonitas y que jamás se olvidan ya que es en esa etapa en que los jóvenes aprenden a conocerse mejor, para compartir momentos de muchas alegrías con esa persona especial.En el noviazgo se pasa de la mera simpatía o del simple "gustarse" a una nueva relación de mayor conocimiento y que a su vez debe estar inspirada por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza.Muchos adolescentes confunden sentimientos de amistad y amor, queman etapas sin saborear bien lo que es una auténtica amistad y no dan tiempo para que ésta dé frutos. Piensan que porque se entienden bien con su nueva amistad inmediatamente tienen que ser novios.

Amistad en los Adolescentes

Las relaciones entre compañeros son sumamente importantes para los adolescentes.
1) Las amistades proporcionan a los adolescentes oportunidades para desarrollar habilidades para resolver conflictos. Los adolescentes pueden aprender como terminar una pelea y todavía ser amigos.
2) Los amigos proveen diversión y emoción a los adolescentes con su compañía y recreación.
3) Los amigos también se dan consejos entre sí. Los adolescentes hablan de muchos temas y problemas con sus compañeros adolescentes.
4) La lealtad es un aspecto valioso cuando se trata de amistad. Los adolescentes están siempre buscando aliados leales que puedan ayudarles en la escuela o en su vecindario.
5) Las amistades también proveen estabilidad durante tiempos difíciles de tensión nerviosa o transición. Es de mucha ayuda para los adolescentes tener amigos que estén viviendo las mismas experiencias y que pueden disminuir las ansiedades de los momentos difíciles.
¿Qué pasa cuando los jóvenes no tienen amigos? Los adolescentes sin amigos tienden a sentirse más solitarios e infelices. Ellos suelen tener niveles muy bajos de rendimiento escolar y también tienen baja auto estima. Conforme ellos crecen, ellos corren más riesgos de dejar la escuela e involucrarse en actividades delictivas.
Las amistades cambian en la medida que los jóvenes se convierten en adolescentes.
Los adolescentes pasan más tiempo con sus amigos.
Ellos se movilizan mucho más que cuando fueron niños, de manera que pasan más tiempo con sus amigos sin la supervisión de los padres.
Durante los años de la adolescencia, habrá más contacto con compañeros del sexo opuesto.
Durante los primeros años de adolescencia, muchas veces grupos pequeños de amigos o camarillas se forman, lo cual ayuda a aumentar la confianza en los adolescentes y les da un sentido de identidad.
Otra característica de los años de adolescencia es la aparición de grupos. Estos son grupos grandes de adolescentes que se reúnen porque tienen características similares que los identifica con su grupo. Los adolescentes utilizan estos grupos para encontrar a los amigos que ellos quieren. Estos grupos ayudan a los adolescentes a escoger amigos con los que ellos desean pasar su tiempo. A través de grupos y camarillas los adolescentes le muestran a otras personas quienes son.
Como padres, es importante estimular las amistades entre adolescentes. Sin embargo, es de vital importancia conocer a los amigos de sus hijos y comunicarse abiertamente con ellos respecto a los cambios en las relaciones y amistades con sus compañeros adolescentes.